LA AMISTAD HISTÓRICA DE SAN MARTÍN Y BELGRANO

En alusión al “Día del Amigo”, la “Asociación Cultural Sanmartiniana Goya” y la “Asociación Belgraniana de Goya” quieren rememorar una amistad tan significativa para los argentinos, la de José de San Martin y Manuel Belgrano.

Resulta interesante que dos grandes prohombres hayan coincidido en un mismo tiempo. Nuestra historia fue escrita con sublimes páginas gracias a ellos. Por lo tanto, es necesario resaltar esta gran amistad, que nació espontáneamente y duró toda la vida.

Los primeros contactos entre ellos fueron a través de la correspondencia. San Martín le escribió para felicitarle por sus importantes triunfos en Tucumán y Salta. Belgrano, de personalidad humilde, le respondió “crea usted que jamás me quitará el tiempo y me complaceré con su correspondencia, si gusta honrarme con ella y darme algunos de sus conocimientos para que pueda ser útil a la patria, que es todo mi conato, retribuyéndole la paz y tranquilidad que tanto necesitamos”. El intercambio epistolar fue constante al punto que llegaron a formar una inquebrantable amistad.

En una oportunidad, precisamente tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma, el “Santo de la Espada” recibió la orden de reemplazar en el mando del Ejército Auxiliar del Alto Perú al “Creador de la Bandera” y detenerlo para que sea enjuiciado en Buenos Aires. Entonces, en ese contexto, se encontraron personalmente, el 29 de enero de 1814 en la Posta de Algarrobos, cerca de Yatasto. Al verse se abrazaron fraternalmente y, luego, comenzaron largas conversaciones “silla a silla” sobre la Patria e intercambiaron ideas, conocimientos y consejos. Asimismo, como muestra de sus coincidencias y de su confianza, el Libertador le confió su plan de cruzar la imponente Cordillera de los Andes.

Esas intensas charlas se repitieron por más de un mes hasta que Belgrano se marchó para afrontar el enjuiciamiento por las derrotas en el Alto Perú. Lamentablemente, por diversas vicisitudes, ambos próceres no se volvieron a ver. Sin embargo, su amistad se siguió afianzando a través de la correspondencia. Fue así como se alentaban y aconsejaban en momentos decisivos, intercambiaban opiniones e incluso se regalaron libros.

En definitiva, ambos Padres Fundadores fueron amigos. Su lazo fue el amor a la Patria y el objetivo magnánimo de conseguir libertad e independencia. Ellos entendieron que la unión era la clave indispensable para la construcción del país. Sin dudas, otra enseñanza que nos legaron.

¡Gloria y honor a San Martín y a Belgrano! ¡Viva la amistad!

Profesor Darío Andrés Núñez, integrante de la Asociación Cultural Sanmartiniana Goya y la Asociación Belgraniana de Goya.