El consultor y analista Gustavo Segré dialogó con Sudamericana al respecto de la asunción de Lula Da Silva y todo lo que rodeó a las ceremonias oficiales. Habló del rol de la primera dama, de los ministerios creados por el nuevo presidente y la relación con Argentina.
Segré recordó que “desde el punto de vista ideológico, el país está dividido” y que “se vio mucho rojo” en los actos oficiales. “Esto preocupa mucho porque se está dando una señal de preponderancia de la ideología sobre la bandera del país, como pasa en todos los gobiernos de izquierda”.
Asimismo, el analista reclamó por que Lula “creó una cantidad enorme de ministerios innecesarios para repartir caja a los aliados”. Sin embargo, reconoció que “tiene un apoyo de la Corte Suprema” y que “a pesar del margen reducido, ganó democráticamente y hay que esperar a que haga un buen gobierno para que todos los brasileros y los que vivimos en este país, estemos bien”.
En cuanto a la relación con Argentina, apuntó que “es mucho más favorable para el último año de una gestión mala como la de Alberto Fernández que tenga un presidente afín, lo que es potable para darle un empujón final”. Recordó que existen entre Brasil y Argentina “dos proyectos difíciles a corto plazo; uno es el gasoducto, donde Lula teóricamente va a financiar con 700 millones de dólares”.
Explicó que “Argentina tiene gas y Brasil los dólares”, lo que es favorable para ambas naciones y el otro proyecto común al que aludió es el de la creación de una moneda única. “Esto es inviable porque las economías son muy distintas”, reconoció Segré.
El analista se refirió al rol de la primera dama de Brasil, Janja, respecto de quien comentó que “tuvo un protagonismo que la gente del Partido de los Trabajadores no desea, ya que no viene de la política y puede distraer a Lula”. “Los primeros comentarios sobre la actitud proactiva no son buenos internamente, pero es la primera dama y tendrá mucha preponderancia”.