Al tener síntomas similares los resfríos de verano pueden confundirse con la nueva cepa del virus que causa la COVID-19. Ante la duda lo mejor es realizar un diagnóstico diferencial.
El resfrío alérgico no va acompañado de cansancio, lo que lo distingue de ómicron.
La llegada de la variante ómicron en la pandemia de la COVID-19 ha planteado nuevos desafíos para los pacientes alérgicos porque sus síntomas son muy similares a los que ellos experimentan en su enfermedad habitual.
Los síntomas de cepas anteriores de la COVID-19, como la alpha o la delta, permitían que la diferenciación fuera más sencilla, caso por ejemplo de la presencia de fiebre, que en ómicron no tiene por qué estar.
“La situación es un poco compleja porque a veces la diferenciación no es fácil, no tanto para el propio individuo sino para su entorno. El individuo que sabe que es alérgico y que no es la primera vez que esto le sucede, sino que ya viene sintiéndolo desde hace mucho tiempo o de toda la vida, reconoce que puede ser un empuje más de su afección alérgica. Pero para su entorno no es fácil entenderlo así”, explicó a El País, la alergista e inmunóloga Selva Alé, presidente de la Sociedad Uruguaya de Alergia e Inmunología.
La alergia respiratoria, que popularmente la gente conoce como resfrío alérgico, no presenta fiebre. Además, está fundamentalmente caracterizada por una secreción nasal excesiva (rinorrea). Tampoco tiene un componente gripal, como puede ser una sensación de malestar general o dolores musculares.
“Eso hacía que uno la diferenciara con facilidad de las anteriores variantes de covid, pero con la nueva cepa ómicron se ha vuelto más complejo porque los síntomas no son tan diferentes”, detalló Alé.
La variente ómicron sí se manifiesta a través de dolores musculares, un cansancio importante y cefaleas (dolores de cabeza).
“O sea que frente a una rinorrea con congestión nasal, con cansancio, con desgano y con dolor muscular o de cabeza hay que sospechar claramente de esta nueva variedad”, alertó la especialista.
Pero también puede pasar que aparezcan esos síntomas y no estemos ante ómicron.
¿Por qué? Porque muchas veces, cuando la persona tiene una rinitis alérgica severa, que puede estar acompañada de sinusitis, los síntomas hacen que el individuo duerma mal o descanse mal porque no respira bien, estornuda mucho o tiene picazón en la nariz o la garganta.
Eso hace que pueda presentar decaimiento y cefaleas, más aún si tiene algún componente de rinosinusitis. Eso determina que los síntomas se confundan con los de ómicron.
En cualquier caso la única solución es recurrir a un hisopado para descartar la enfermedad. El diagnóstico diferencial existe y está bien hacerlo porque el objetivo es que no pase desapercibido un cuadro de covid-19.
“Por esa razón es que los pacientes con rinitis y rinosinusitis alérgica se están ligando varios hisopados porque si están trabajando deben demostrar que su sintomatología no es debida a la covid. Además, ante la duda van por sí mismos a hisoparse y eso crea un verdadero problema”, señaló Alé refiriéndose a la reciente gran demanda de test por la nueva variante del virus SARS-CoV-2.
La alergista aclaró que ya antes de que surgiera ómicron, frente a una crisis más severa de su enfermedad alérgica el individuo estaba siendo hisopado.
“Con esta variedad sigue pasando eso porque los síntomas son muy parecidos. Por lo tanto, lo que ya venía siendo va a continuar siendo. Es la conducta más adecuada y más responsable que se debe tener”, destacó la especialista a El País.
Recomendaciones
Alé reconoció que la situación es compleja y parece no tener fin con el surgimiento de las nuevas variantes, que son más contagiosas pero al parecer menos agresivas aunque más resistentes a las vacunas en lo que refiere al contagio.
“Por los estudios que se han hecho la vacuna sirve para prevenir las crisis graves y salvar la vida, pero no para prevenir el contagio. Por esa razón, además de vacunarse, uno tiene que continuar con las medidas preventivas porque la pandemia no está superada; está lejos de estar superada”, remarcó la inmunóloga.
Alé apeló a continuar con las medidas de distanciamiento social; el uso de tapabocas en lugares cerrados y en lugares abiertos si hay mucha gente, y no compartir el mate, vasos o botellas.
“Tiene que ser así para mantener esta situación de calma que tenemos hoy y no entrar en una crisis del sistema de salud y de nuestra sentida economía, ya que eso redunda también en el bienestar de toda la población”, dijo en diálogo con El País.
Reconoció que “todos estamos deseando salir, disfrutar, encontrarnos, reunirnos, compartir… pero las medidas tienen que continuar porque esta variante sigue siendo contagiosa y menos cubierta por la defensa que nos brindan las vacunas”.
Dos tipos de síntomas
Las alergias respiratorias se caracterizan por dar síntomas fundamentalmente en el aparato respiratorio a nivel superior o a nivel inferior.
En el primer caso son sobre todo nasales y pueden acompañarse de síntomas en los ojos, en los oídos o a nivel de la garganta.
En lo que refiere a los síntomas a nivel inferior, son sobre todo broncopulmonares. Fundamentalmente es el asma.