Una docena de gobernadores provinciales asistió en la jornada del martes al Congreso para manifestar su apoyo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que impulsa el presidente Alberto Fernández y rechazar la posibilidad de que el país caiga en default, lo que impactaría en sus distritos, muchos de ellos endeudados en dólares. La intervención del radical jujeño Gerardo Morales fue muy comentada, porque pidió alcanzar una solución y se pronunció contra la “grieta” política que atraviesa al parlamento argentino.
“Las dos grandes coaliciones tenemos hoy responsabilidades. La grieta no le sirve de nada a la Argentina. Hablo de sectores radicalizados de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos. La deuda la tomamos nosotros, me hago cargo, aunque algunos halcones me pegan por eso”, sostuvo Morales ante el plenario de comisiones que debate el acuerdo con el FMI, en el que también hablaron Gustavo Bordet (Entre Ríos), Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Sáenz (Salta) y Omar Gutiérrez (Neuquén).
Morales y los gobernadores provinciales se habían reunido previamente con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y con el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Estuvieron primero en la Casa Rosada y luego fueron al Congreso. Allí, a puertas cerradas, según pudo saber LA NACION, anticiparon que hablarán con los legisladores de sus provincias para que voten a favor del acuerdo con el FMI y afirmaron que asistirán a la sesión “en caso de ser necesario”.
En medio de un discurso efusivo, el jujeño Morales fue interrumpido por un grupo de diputados -entre ellos su comprovinciano Alejandro Vilca (Frente de Izquierda)- que levantaron carteles con la leyenda “libertad a los siete detenidos por luchar”. El propio Morales replicó de inmediato con una ironía: “¿Cómo no hemos inventado una vacuna para los intolerantes, que ya deberían ir por la tercera dosis?”. preguntó, lo que motivó una airada reacción de Nicolás del Caño (FIT).
“Algunos compañeros de mi coalición, no se qué están pensando, si nos toca gobernar en 2023, tenemos que tener diálogo”, advirtió no obstante Gerardo Morales en un mensaje directo a los diputados del Pro que rechazan el acuerdo con el FMI. También alertó sobre el accionar de “sectores que por izquierda y por derecha ponen el jaque la estabilidad democrática que nos costó tanto a radicales y peronistas”.
Buenos Aires, ausente
En la delegación de gobernadores que acudió al Congreso para apoyar el acuerdo con el FMI no hubo ninguna representación de la provincia de Buenos Aires. Con Axel Kicillof en Expoagro, donde pese a una consulta de LA NACION no se pronunció sobre el fondo del asunto sino que privilegió sus cuestionamientos al expresidente Mauricio Macri, la provincia más importante del país tampoco envió a su vice Verónica Magario, algo que sí hicieron Santa Cruz y Santiago del Estero.
La primera parada de los gobernadores había sido la Casa Rosada, donde se entrevistaron con Manzur. Fuentes oficiales informaron que del encuentro participó “unos minutos” el presidente Alberto Fernández. Allí estuvieron Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos); Mariano Arcioni (Chubut) y los vices de Santiago del Estero, Silvia Neder; y de Santa Cruz, Eugenio Quiroga.
También fueron de la partida los gobernadores aliados Oscar Herrera Ahuad (Frente Renovador de la Concordia de Misiones) y Omar Gutiérrez (Movimiento Popular Neuquino). Fuentes al tanto de lo sucedido en el Salón Eva Perón de Balcarce 50 explicaron que hubo “mucha coincidencia en la necesidad de avanzar con el acuerdo”. En la misma línea, resaltaron que si bien todos fueron muy enfáticos, sobresalieron en ese sentido Sáenz y Gutiérrez.
Tras el encuentro y previo a partir rumbo al Congreso, el salteño Sáenz evaluó la reunión como “muy positiva” y agregó: “Es venir a acompañar la decisión del Estado Nacional de refinanciar la deuda nacional con el FMI que creo que es fundamental hacerlo. Sáenz advirtió además que “es importante que los legisladores estén a la altura de las circunstancias, independientemente del signo político”.
Por su parte, el chubutense Arcioni sostuvo que estaban ahí para acompañar “el crecimiento de la Argentina y al señor presidente y al gobierno para lograr este consenso”. El que no viajó a Buenos Aires es el cordobés Juan Schiaretti, confirmaron fuentes de su entorno, aunque la postura del mandatario mediterráneo y de los diputados que le responden políticamente es que “el límite es el default”.
El jujeño Morales no fue a la Rosada sino derecho al despacho de Massa en la Cámara baja. Ambos se reunieron a solas antes de que pasara el resto de los gobernadores. Al encuentro no asistió el mendocino Rodolfo Suárez (UCR), quien tamcpoco -al igual que Kicillof- envió a nadie en su representación. La presencia de los gobernadores en la Cámara de Diputados buscó influir a los legisladores para que apoyen el acuerdo con el FMI, aunque las negociaciones seguían trabadas.