Domingo inmejorable, jornada de sol y calor para vivir lo que quedará grabado en la memoria de cada persona que participó y vivió esta final del mundo desde el fans fest de Goya.
Lionel Messi finalmente lo logró junto a un gran equipo Argentino, conquistó la Copa del Mundo en el último de sus intentos, tras ganar la final del Mundial de Qatar 2022 frente a los ojos de un Fan Fest apostado en una esquina histórica de Goya (frente a la Catedral) que durante el encuentro se convirtió en una algarabía, emoción y felicidad que permanecerá en la historia. Este lugar que por estos días luce con el espíritu navideño donde hay un pesebre, árbol de navidad y toda la ornamentación que representan estas fechas.
Los miles de goyanos deliraron con el triunfo y se acercaron a celebrar en la plaza Mitre. Hubo caravanas por todos los barrios para terminar en el icónico punto de festejos. Locura por la consagración mundial de Argentina y la obtención de su tercera estrella luego de 36 años. No faltó papá Noel como así también las vestimentas de jeques árabes que fueron motivo de miles de fotos y hasta las mascotas como una oveja fueron partícipes de esta locura.
El fan fest de Goya contó con la convocatoria de alrededor de 40 mil personas que se acercaron a alentar y festejar a la Argentina en la final ante Francia del Mundial de Qatar 2022.
Un microsegundo después de que Gonzalo Montiel sentenciara la definición por penales ante el conjunto Francés, en cada rincón de Goya empezaron a escucharse los gritos, cánticos y bocinazos que no dejaron de oírse hasta bien entrada la noche.
Fue un festejo sin precedentes, inigualable, cargado de felicidad, emoción y pasión del que no pudieron escapar ni aquellos pocos goyanos que no se interesan normalmente por el fútbol. Fue la primera vez que en la ciudad de Goya se festejó de esta manera un título mundial con la infraestructura montada para ver la definición y para proseguir luego con una fans fest sin precedentes.
Comenzar una crónica se hace difícil, tratando de ser lo más neutral posible cuando un país esperó 36 años para volver a ver a su selección nacional de fútbol convertirse en campeón del mundo. En un país como el nuestro, donde se respira fútbol, fue demasiado tiempo. Pero la felicidad que genera ver once futbolistas dentro de un rectángulo de juego corriendo detrás de una pelota en busca de convertir un gol es algo indescriptible.
El haberse impuesto en la mejor final de la historia no hizo más que inyectarle épica a una conquista trabajada, sufrida, pero cargada de mística… Y muy buen fútbol. Se trata de la tercera estrella para la Selección y la primera en el torneo para el astro rosarino que, a los 35 años, logró su gran sueño, como Maradona en 1986.
Los festejos en la sede del mundial de pesca se prolongaron por horas donde los cánticos se sucedieron desde el himno nacional pasando por la canción del surubí, recordando al Diego, abuela Lala, chamamé, rock nacional, cumbia y repitiéndose una y otra vez el hit de “Muchachos ahora nos volvimos a ilusionar…”. Esta ilusión que se hizo realidad desde el mediodía y la tarde/noche del domingo que quedará grabada por siempre en cada uno de los que participaron de estos festejos.
Por eso, el fútbol hizo justicia y es así que Lionel Messi tiene las imágenes que mereció toda su brillante carrera: con la casaca albiceleste y la Copa del Mundo en sus manos. La Selección se impuso 4-2 por penales ante Francia (tras igualar 3-3 en los 120 minutos) en Qatar y se consagró campeón del Mundial 2022.
Aunque Argentina hubiera merecido la gloria antes, incluso en los 90. Sirvió para que la descarga de emoción fuera aún mayor. Para que Messi, Di María, Dibu Martínez y Scaloni rompieran en lágrimas. Para que Argentina quebrara los 36 años de sequía. Llegó la tercera. La que ganó Maradona. La que disfrutan Messi y toda la Argentina.
Para finalizar, un dato estadístico que refleja la carrera profesional de Messi, se convirtió en el primer jugador en convertir goles en todas las instancias (Fase de grupos, Octavos, Cuartos, Semis y Final) en una Copa del Mundo.