La escasez de gasoil se sigue intensificando y ya es generalizada. El “Mapa de abastecimiento de gasoil”, creado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y actualizado este domingo, muestra que ya son 19 las provincias que presentan problemas de abastecimiento, 14 de ellas en estado crítico, entre ellas Buenos Aires.
El foco de la escasez sigue concentrándose en el Norte, pero se extiende a otras provincias con distinta intensidad. Esta situación se da en un marco de plena cosecha para el campo y de la mayor utilización del combustible en las economías regionales.
“Excepto las provincias hidrocarburífera de la Patagonia, el resto de los distritos tiene dificultades para acceder a combustible, un insumo imprescindible para desarrollar nuestra actividad”, indica la FADEEAC en un comunicado. y el mapa da una muestra clara de eso. Mientras que en el Norte y el centro se tiñe de color rojo como signo de la gravedad del asunto, en la parte inferior la cartografía se ve en verde.
Según el relevamiento, las 14 provincias con muy bajo o nulo suministro de gasoil en las estaciones de servicio son Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Formosa, San Juan y Mendoza.
“El panorama es cada día más complicado. La producción agropecuaria e industrial que ya sufren demoras se verán aún más afectadas si no se revierte la situación actual”, advirtió Roberto Guarnieri, presidente de la institución.
En abril, FADEEAC empezó a realizar un relevamiento semanal a sus asociados para mostrar el acceso al combustible, eventuales restricciones o faltantes, y el precio del mismo ante las reiteradas denuncias de heterogeneidad según la zona geográfica.
Apenas dos días atrás ese mismo mapa que ahora muestra 14 provincias en estado crítico de abastecimiento, tenía seis menos en esa situación. Lo que muestra la información es que algunas provincias que tenían problemas pero no eran muy graves, ahora sí pasaron a estado crítico.
A partir de las respuestas de conductores y propietarios de camiones de algunas de las 4.400 pymes que integran las 43 Cámaras de transporte nucleadas en FADEEAC, se conforma este “semáforo virtual” que tiene como objetivo monitorear en tiempo real la disponibilidad de combustible en la Argentina.
A la fecha, con más de 700 respuestas procesadas, el mapa muestra:
Catorce provincias en rojo (señala a los sitios en los que hay muy bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio): Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Formosa, San Juan, y Mendoza.
Cuatro provincias en naranja (identifica los distritos en los que el promedio de suministro es de 20 litros por unidad): San Luis, La Rioja, Catamarca, y Chaco.
Un provincia en amarillo (para referirse a los lugares en los que se cargan entre 51 y 100 litros): La Pampa.
Sólo las provincias del Sur aparecen en verde.
Del relevamiento surge también que el 29,6% de los transportistas debió esperar más de 12 horas para cargar combustible; 28,9% entre 3 y 6 horas; 24,4% entre 6 y 12 horas, y 17% entre 2 y 3 horas.
En la mayoría de las provincias hay un cupo menor a los 20 litros por unidad. Un camión necesita entre 35 y 40 litros para recorrer 100 kilómetros.La falta de combustible trae quebrantos, ineficiencias y pérdida de tiempo. El daño es económico y social.
“No podemos cumplir en tiempo y forma con nuestros compromisos y se pierden trabajos a causa de la incertidumbre que genera la falta de abastecimiento normal. Los choferes resignan horas de descanso para hacer filas y ver si tienen suerte de conseguir algo de combustible. A pesar de las promesas del Gobierno aún no hemos recibido confirmación alguna sobre la concreción de las importaciones anunciadas”, dijo Guarnieri.
De acuerdo con las respuestas de los asociados, el faltante de combustible se siente con mayor intensidad en las rutas nacionales.
El desacople de los precios internos respecto de los internacionales debe ser solucionado con medidas ágiles, impositivas o mediante la intervención de la Secretaría de Energía. En los hechos se están pagando precios elevados -en algunos casos más de $250 por litro-, y aun así no hay gasoil.
La demanda de este combustible seguirá en aumento, pues los faltantes de gas implicarán gasoil adicional para atender las necesidades de la industria y el campo.