El académico, en diálogo con Sudamericana, comentó acerca de las mediciones realizadas sobre la pobreza en Argentina que afecta a 6 de cada 10 niños argentinos. Este indicador consta de tres partes:

• La asistencia que reciben los niños en colegios públicos o comedores
• Cajas de alimentos, bolsones y viandas que se le entrega a las familias
• Tarjeta Alimentar

Por lo tanto, el 60% de estos niños reciben algún tipo de asistencia alimentaria.

Los datos fueron recabados fueron a nivel nacional en 20 aglomerados urbanos y explicó que ese ese dato es bastante es heterogéneo si se empieza a desglosar por regiones.

Más allá de estos números, el Observatorio no cuenta con la capacidad de diseñar políticas públicas, pero “si los analizamos a partir de otros indicadores que manejamos, nuestra conclusión es que claramente las asistencias son un componente muy importante, no tanto en la reducción de la pobreza, sino en la contención de la pobreza y la indigencia”.

 

Además, señaló que son conscientes que para poder generar una solución estable y a largo plazo en lo que es materia de pobreza, es necesaria la generación de empleo. Esta se logra a partir del crecimiento económico. Pero en un país con los niveles de inflación como los existentes y regulaciones, “resulta muy difícil pensar en un país que sea capaz de absorber a toda la masa de inactivos y desempleados (…)”.

 

El rebote pos pandemia en cuanto al trabajo formal, es muy baja. Ahí es donde se debe producir el potencial para la baja sostenible de la pobreza. Añadió que la pobreza suele ser mayor en niños que viven en familias monoparentales y en los conurbanos y cordones urbanos de las grandes ciudades.