Desde hace más de dos décadas, Juan Carlos “El Negro” Silva desempeña un papel primordial en los carnavales de Goya. Su labor como Comisario de Corsos, es fundamental para asegurar el éxito de las lunas carnestolendas.
“Preparados para esta noche, esperemos que sin contratiempos…”, así comienza Juan Carlos Silva, consciente de la importancia de cada detalle para que la magia del carnaval se despliegue sin contratiempos.
Con más de 20 años en el rol de Comisario de Corsos, Silva es una representación emblemática en este evento. A su lado, ha contado con el apoyo invaluable de su hijo Lisandro, quien lo acompaña desde hace 16 años, y sus hijas Soledad y Fernanda, integrantes activas de esta tradición desde hace 5 años.
INICIOS
El camino hacia convertirse en Comisario de Corsos no fue sencillo para Juan Carlos. Recuerda sus inicios junto a Roque Gómez, su predecesor en el cargo. “Empezamos con Roque Gómez, que era comisario de corsos antes…”. Fue este último quien lo señaló como su sucesor, confiándole el liderazgo y la responsabilidad de mantener viva la esencia de los carnavales goyanos. La transición no solo representó un cambio de mando, sino también un legado de compromiso y rigurosidad en el cumplimiento de los reglamentos, valores que Silva ha mantenido a lo largo de los años.
DISTINTOS ESCENARIOS
Los carnavales de Goya han cambiado de escenario a lo largo del tiempo, desde la Avenida Sarmiento hasta el actual predio Costa Surubí, donde se llevan a cabo desde hace aproximadamente 5 años. Juan Carlos recuerda con nostalgia los diferentes lugares que han sido testigos de esta celebración: “Me acuerdo de Madariaga, Caá Guazú que se realizó una sola vez, y después se pasó a la avenida Sarmiento”.
A lo largo de su trayectoria, Silva ha trabajado con distintas autoridades y comisiones, adaptándose a los cambios y desafíos que se presentan cada año. “Cuando yo empecé estaba como intendente Mazzaro, y cada año que pasaba me convocaban para continuar como Comisario de Corsos”, mencionó.
TRABAJO CON CONTRATIEMPOS
Sin embargo, la labor de un Comisario de Corsos no está exenta de dificultades. Silva reconoce las aristas ingratas de su función: “Tenés que estar, saber, recorrer, a veces las diferencias con algunos integrantes de las comparsas”. Su compromiso lo lleva a estar siempre presente, revisando cada detalle para garantizar el éxito del evento.
En su evaluación de los carnavales en el Corsódromo de Costa Surubí, Silva destaca la comodidad que brinda este lugar en comparación con las avenidas o calles donde se realizaban anteriormente. “En este lugar es otra cosa, la gente se puede desplazar mejor dentro del predio”, afirmó.
En definitiva, el compromiso de Juan Carlos “El Negro” Silva con los carnavales de Goya trasciende las simples responsabilidades de su cargo. Su dedicación, experiencia y pasión son pilares fundamentales que han contribuido al éxito y la trascendencia de esta celebración tan arraigada en la identidad cultural de la región. Con cada edición, su legado se fortalece, asegurando que los carnavales de Goya continúen brillando con todo su esplendor en el corazón de quienes los viven y disfrutan.
