Autor de una novela sobre Camila, el escritor Luis Benítez la describe como una mujer “bellísima” de la alta sociedad porteña, que contrasta con el sacerdote Uladislao Gutiérrez a quien perfiló como “muchacho provinciano, pobre, morochón” y un poco petiso. Sobre esto hablará en su visita a la Feria del Libro de Goya.
Luis Benítez es uno de los escritores que participará esta semana de la feria del Libro que se inaugurará el miércoles 28 de junio en el salón Multiespacio de Costa Surubí. El viernes 30 de junio, a las 16 horas, estará Luis Benítez. Que realizará la presentación de la novela “Deseo y la furia” sobre el mito de Camila O’Gorman.
Benítez es autor de esta novela histórica cuyo nombre completo es: “El deseo y la furia, sobre los amores de Camila O’Gorman y el cura Uladislao Gutiérrez en los feroces tiempos del gobernador Juan Manuel de Rosas y la Santa Federación”. Publicó Editorial Vestales, es un libro de 640 páginas.
La crítica literaria Viviana Rosenzwit dice sobre esta novela: “El retrato de Camila O’Gorman establecido por Luis Benítez es el de una mujer fuerte, determinada a jugarse el todo por el todo, impulsiva y apasionada; y a la vez, sensible, culta y soñadora….el autor no descuida, en su documentada pintura de época, mostrarnos cómo vivían y sentían los contemporáneos de Camila y Uladislao tanto a escala de lo público como de lo privado sus propias existencias, llevándonos por las calles de aquella Buenos Aires de mediados de la centuria, invitándonos a conocer cuánto sucedía en las mansiones de los más adinerados tanto como en los ranchos de los más necesitados”.
Es de hacer notar que la mayoría de los comentaristas de la novela de Luis Benítez no menciona a Goya. Pero sí lo hace Luis Benítez en un contacto previo con Radio Ciudad donde el mismo escritor comentó su obra: “Mi novela fue publicada en abril del 2022 donde trato el tema de lo sucedido, con una chica de la más alta sociedad como era Camila O Gorman. Era de la “socialité”, de una de las mejores familias de Buenos Aires y reputada como la mujer más hermosa de Buenos Aires en su momento. Era una mujer bellísima, que se enamora y se fuga con un muchacho provinciano, tucumano, un muchacho pobre, no muy atractivo. O sea difiere mucho del galán que fue Immanol Arias quien protagonizó la famosa película de María Luisa Bemberg en el año 1984. Era bajito, morochón. Pero ella se enamora de él, de su sensibilidad, de su calidad humana. Ambos se fugan. Recordemos que estaba el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas, rigurosísimo. Se fugan con la intención de llegar a Brasil para poder vivir plenamente su amor como dos seres anónimos. Pero las circunstancias los retienen en la ciudad de Goya, donde sus habitantes les brindan su cobijo. Recordemos que Corrientes, en aquella época, fue la provincia que más se opuso al severo gobierno de Rosas hasta último momento. Y aunque estaba regida por el Gobernador Virasoro, impuesto por Urquiza…en Goya, Camila y Uladislao se ganan el afecto de sus habitantes”.
LA FICCIÓN
“Pero Rosas, en mi novela, había enviado detrás de ellos a dos policías: uno de ellos era Pantaleón Peralta Jovellanos quien había conocido a Camila en Buenos Aires y se había enamorado de ella, cuando él tenía 17 años y ella solamente 13. Después, él integra un grupo al que podríamos llamar como primitivo servicio de inteligencia y su jefe, cuando se produce la fuga de los amantes determina con mucha astucia que si hay un hombre que puede encontrar a Camila O Gorman y a Uladislao Gutiérrez es Pantaleón Peralta, quien la encuentra, los aprehende y los lleva a Buenos Aires, donde lamentablemente son fusilados, ambos, el 18 de agosto de 1848 a las 10, en un puesto militar, el más importante de la Confederación Argentina, situado hoy donde es el partido de San Martín cerca de Buenos Aires”.
MENOR A LOS 25
“Un dato accesorio y llamativo es que la postura de Rosas era rodear de un marco legal a todos sus severísimos procedimientos, para lo cual hace participar a los mejores jurisconsultos entre ellos Dalmasio Vélez Sarsfield para justificar el asesinato de dos personas que en su momento eran menores de edad. En el siglo XIX eras menor de edad hasta los 25 años. Uladislao tenía 24 años, Camila tenía 23 y además estaba embarazada. Según la ley no se podía asesinar a un niño sin bautizar. Entonces, el procedimiento que encontraron, la justificación legal era darle agua bendita a Camila O Gorman. Por lo cual el niño queda bautizado y se puede bautizar: es una cosa terrible”, finalizó.